Mostrando entradas con la etiqueta Videoarte. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Videoarte. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de febrero de 2012

Sobre Sinvergüenzas, un videoarte de Sandra Vivas


El videoarte de seis minutos nueve segundos titulado Sinvergüenzas (2001)[1],

es dado a conocer por su guionista y directora, Sandra Vivas, como un documental ficticio de las fantasías “sexuales” de 28 mujeres. Se trata de un recorrido por todo un abecedario de muy diversas fantasías femeninas.


Pero lo que nos motiva a pensar es en qué sentido este video (en general y en cada una de sus letras) se hace efectivo.

 Este video, utiliza una heterogeneidad de estrategias que es interesante tratar de desbrozar aunque sea brevemente:

·         Aborda las fantasías desde lo erótico, la ironía, la parodia, citas de obras de arte contemporáneo e imágenes poéticas. Todos, aspectos manejados de muy distintas maneras en cada caso.

·         Nótese que en la descripción dada por su autora la palabra sexuales está enmarcada por comillas. Las comillas en la descripción de esa propuesta apuntarían, pues, a una primera desestabilización, es decir, una relacionada con aquello concebido como sexual. Y es que, este trabajo parece tener entre sus objetivos, por un lado, el horadar las naturalizaciones en torno a lo que entra en lo sexual y lo que no y, por otro, cuestionar juguetonamente, los estereotipos estupidizantes y naturalizadores que los medios audiovisuales masivos nos han impuesto.


En cuanto a esta última idea, para precisar el sentido en que hemos hecho la afirmación sobre los medios audiovisuales, hemos encontrado un título afín: Post-pornografía y contra sexualidad[2]

texto en el que el autor, Felipe Díaz San Martín, hace apuntes sobre cómo el arte ha venido trabajando en la contravención de las performatividades de la pornografía. Es decir, Díaz San Martín apunta cómo las prácticas artísticas se posicionan frente a las normalizaciones que ese medio realiza desde el esquema masculino y heteronormado, estableciendo las formas de tener sexo, sus recortes y la burda utilización de los cuerpos femeninos. Pero esa contravención, en el caso del arte, es efectuada desde lenguajes semejantes a los utilizados por la pornografía misma a partir de la descontextualización para sacarlos de la normalidad  de su discurso.

El arte contemporáneo, y más específicamente el videoarte, trabaja desde sus inicios (en los años 60) en la utilización de los recursos aportados por los medios masivos en función de debatir la ferocidad con que los modelos mediocres impuestos por las hegemonías intentan homogeinizar los gustos y prácticas humanas para alimentar sus sistemas de mercado. 

En el caso del videoarte Sinvergüenzas, en efecto, se atreve a burlar los códigos desde adentro del medio mismo a través de la fantasía y sus potencialidades, que, por su dinámica particular son tremendamente escurridizas a las categorizaciones y taxonomías.

Entonces, nos interesa, a partir de esta reflexión sobre los componentes del videoarte de Vivas, entrar en la comprensión de qué cosa y en qué sentidos funciona la fantasía.

Judith Butler apunta que “La fantasía no es lo opuesto de la realidad; es lo que la realidad impide realizarse y, como resultado, es lo que define los límites de la realidad, constituyendo así su exterior constitutivo”[3].

Partiendo de esa afirmación podemos comprender que la fantasía es una especie de expansor de las nociones establecidas y acomodadas. También es un mecanismo frecuentemente utilizado por los massmedia. Pero, en el video reseñado, estas fantasías se movilizan simultáneamente entre las costumbres y deseos ya marcados por la performatividad mediática y su permanente burla. Para lograrlo, la artista se ha valido de fantasías que no entrarían en los esquemas de lo sexual en términos estereotipados y de citas de otros trabajos de artistas contemporáneos que se han relacionado con el sexo o el amor desde perspectivas inusuales.

Aquí la fantasía es un juego de espejos y veladuras mucho más complejo que el que funciona en una publicidad de AXE, esto porque se desplaza hacia otras bases y referencias de los sujetos.

Por otro lado este trabajo pone en espacio de relevancia a las fantasías femeninas situadas fuera de lo que la masculinidad capitalista impone que las mujeres deben fantasear, visibilizando, desde esta perspectiva, que hay otra posibilidad de sujetos femeninos y sus imaginarios que ha sido sistemáticamente obliterada por los intereses del esquema masculino-blanco-moderno- capitalista -colonial.

En el trabajo de la artista Sandra Vivas (que ha recorrido la performance, el video y la fotografía, la escritura, el dibujo y la pintura), hay una reiterada y consistente una toma de posición frente a los estereotipos de lo femenino y lo masculino. La desigualdad, subordinación u opresión, son identificadas en sus propuestas con sentido del humor y agudeza para reblandecer las raíces de la domesticación. Aún hay mucho trabajo por hacer en cuanto a la reconfiguración de los modelos operantes sobre el papel de la mujer la sociedad. El videoarte Sinvergüenzas, creemos, debe ser visto y re-visto, pensado y repensado en función de extraer sus múltiples y transformadores sentidos trabajados para la producción de relaciones menos subordinantes y más humanas.   
ABRB, marzo 2009.


[3] Judith Butler, Deshacer el género, Barcelona (Esp.), Paidós, 2004, p. 51.